José Manuel Gil nos cuenta que el primer contacto que tuvo con esta receta fue hace dos años cuando nuestra querida Rosa María Outeriño puso un WhatsApp en el canal de la Federación de Centros Gallegos de Andalucía, Ceuta y Extremadura hablando del Caldo de Gloria que preparaba cada año con motivo del Día de Rosalía de Castro. Estuvieron hablando y le puso en la pista de esta tradición.
Rosalía de Castro compuso un poema titulado “Miña casiña, meu lar”, podéis leerla en esta dirección, http://poemasderosalia.blogspot.com/2011/02/mina-casina-meu-lar.html. Podemos resumirla diciendo que una mujer muy pobre viene de Santiago a Padrón descalza, sin medias y mojada por la gran lluvia que caía. Cuando llega a su casa se encuentra que no tiene nada para comer, le pide ayuda a dos vecinos pero nadie la atiende por lo que vuelve a su casa. Rebusca por todas partes y encuentra un trozo de unto y harina, pone agua en una pota a hervir y con el unto y la harina hace un caldo que le encanta, “… Fixen un caldo de groria que me soupo que la mar;…”.
En la zona de Padrón y, ya por conmemoración en muchos lugares de Galicia, se cocina este Caldo de Gloria hasta el punto de que suelen ofrecerlo en todos los establecimientos de hostelería.
El Caldo de Gloria es un plato pobre aunque no tanto como el que preparó nuestra protagonista del poema. Cada sitio, manteniendo la escasez de ingredientes lo prepara a su manera, el que os proponemos hoy tan solo lleva un hueso de espinazo y otro de costilla, salados, el imprescindible trozo de unto, patatas y verduras.
Esperamos que os guste. Descargar Receta