El pasado día 22 de marzo visitamos la Iglesia del Salvador. A la hora prevista, bajo el cielo de Sevilla y en la Plaza del mismo nombre, un grupo, bastante numeroso, de amigos y socios del Lar Gallego, nos reunimos para realizar una de las visitas mas esperadas por todos.
La Iglesia del Salvador se ha llevado varios años sin poder ser visitada. Mi afán en estos años, en los que me he encargado de articular las visitas culturales, ha sido brindar a los socios del Lar Gallego la oportunidad de conocer, de una manera intima, la Sevilla que alberga sus almas gallegas. Por ello, cuando la Iglesia del Salvador fue abierta al público me llené de gozo, sabedora de la importancia que este monumento representa.
Se trata de una gran iglesia, la más grande de la ciudad, después de la Catedral, de estilo barroco y planta rectangular, en la que sobresale levemente la cabecera; con tres naves de igual altura y pequeñas capillas rodeando la iglesia con corredores por encima.
Su construcción tal y como la vemos hoy, dio comienzo en 1674 bajo la dirección del maestro de obras Esteban García, finalizando en 1712 a manos del arquitecto Diego Antonio Díaz, tras la importante intervención en ella de Leonardo de Figueroa.
Su grandiosa arquitectura es digna de la enorme riqueza que en ella se encierra, especialmente en cuánto a la imaginaria religiosa, en la que destaca la portentosa imagen de Nuestro Jesús de la Pasión, de Martínez Montañés, y la del crucificado Cristo del Amor, obra de su discípulo Juan de Mesa.
En su interior encontramos 14 retablos entre los que destacan;
Retablo Mayor. Magnifica pieza del arte barroco, se sitúa al fondo del prebisterio en la nave central. A los lados y ante el prebisterio, dos valiosos púlpitos gemelos de mármol del siglo XVIII.
Retablo de San Fernando. Fue realizado por el tallista José Díaz, aunque las imágenes de San Fernando, San Hermenegildo y San Luis son anteriores, siendo hechas por Antonio de Quirós.
Retablo del Cristo de la Humildad y Paciencia. De estilo neoclásico perteneciente a la escuela sevillana.
Retablo de la Virgen de la Antigua. De autor desconocido, realizado entre 1750 y 1800.
Retablo de San Crispín y San Crispiniano. Fue ensamblado por Fernando y Francisco José de Medinilla.
Retablo del Cristo del Amor. Situado en el testero colateral de la nave derecha.
Retablo portada de la Capilla Sacramental. Es de estilo rococó, realizado por Cayetano Acosta. En el interior de esta capilla se encuentra la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Pasión.
La fachada principal da a la plaza del Salvador, es de estilo Marianista, bellísima, y está dividida en tres módulos separados por dobles pilastras. Es una contemplación majestuosa.
Su restauración ha durado más de cuatro años y ahora reluce como el primer día.
Leonor Sánchez Tapiz