Sevilla tiene un color especial, y estos días todavía más porque a sus tonalidades le sumó los tintes de los paisajes barbanzanos. Y es que, en esta edición de la popular Feria de Abril, A Pobra contó con un lugar privilegiado en la carpa que tiene la asociación Lar Gallego en el Real, que se decoró con grandes imágenes de algunos de los rincones más conocidos de la villa pobrense, así como de sus productos típicos y de sus tradiciones más arraigadas.
Las espectaculares vistas de la ría tomadas desde el balcón de A Curota, el mirador de Valle-Inclán, los jardines, las torres de Bermúdez y Xunqueiras, las piscinas naturales del río San Xoán o el puente de As Taras fueron algunas de las estampas que pudieron contemplar todos los visitantes que durante esta semana se pasaron por esta caseta sevillana, en donde también se colgaron instantáneas de la procesión del Nazareno, los cabezudos del Carme dos Pincheiros, de una gala de baile tradicional, de una jornada de marisqueo o de productos tan típicos como el mejillón o el pulpo.
«O Lar Gallego en Sevilla escolle todos os anos un concello para decorar de imaxes a súa caseta, e neste tocounos a nós», explicó el alcalde pobrense, Xosé Lois Piñeiro, que reconoció que en esta elección había pesado mucho que un vecino de A Pobra —Emilio Castro— tuviese relación con algunas personas que formaban parte de esta asociación. El regidor fue invitado a participar en el particular homenaje que se le rindió a A Pobra, en donde habló de toda la cultura marinera y literaria de la villa, y animó a visitarla. Como recuerdo, se le entregó un Giraldillo, una réplica de la escultura de forma femenina que corona la Giralda.
Piñeiro confesó que se sintió impresionado por como se vive la Feria de Abril en Sevilla, «é unha cidade totalmente volcada cun evento, era imposible circular e incluso camiñar por moitos lugares porque había unha procesión de xente e non se podía avanzar».
Destacó que la caseta del Lar Gallego estaba abarrotada con más de 200 personas, y aunque no son todas originarias de aquí, muchos son socios de esta entidad porque quieren tener un lugar para celebrar la feria, «xa que conseguir praza nalgunha caseta é moi difícil».
Que tanta gente pasase por esta carpa durante los días que duró la Feria de Abril puede ser una de las mejores herramientas de promoción turística de A Pobra en Sevilla, una iniciativa que pretende que culmine en los próximos meses. «O noso obxectivo, se continuamos no goberno, é volver a repetir esta experiencia para seguir publicitando alí o noso pobo. A idea é que en outubro poidamos repetir esta colaboración co Lar Gallego, pero xa levando guías informativas, documentación e que poidan viaxar as nosas técnicas de Turismo para presentar toda a campaña», apuntó Piñeiro.
