Comienza el verano con calor y sequía, ¿todo preparado por desgracia para los incendios?
Es nuestra misión, estar siempre preparados para acudir a cualquier emergencia que se pueda producir (inundaciones, seísmos, grandes nevadas…), pero le damos una especial importancia al riesgo de incendios forestales, puesto que si miramos el histórico de intervenciones que ha llevado a cabo la UME (más de 650) vemos que más del 70% de ellas han sido en incendios forestales.
Este año hemos visto unas temperaturas inusualmente altas en primavera, lo que agrava aún más la sequía que venimos arrastrando, con unas precipitaciones acumuladas anuales por debajo de la media de los registros disponibles. Esto hace que la vegetación esté muy seca, habiendo gran cantidad de combustible disponible en nuestros montes. En base a ello, estamos especialmente concienciados y preparados para afrontar una campaña de lucha contra incendios forestales que puede ser muy similar a la del año pasado, con gran cantidad de grandes incendios forestales por todo el territorio nacional.
¿Qué ocurre con los denominados incendios de 5ª generación, por qué son tan difíciles de apagar, la naturaleza se revela con el cambio climático? En un incendio forestal inciden multitud de variables, cuando se alinean varias de ellas puede resultar un incendio muy virulento y cambiante, que esté fuera de capacidad de extinción.
El abandono de las actividades silvícolas, la gran cantidad de combustible que hay en nuestros montes, unido a factores climáticos como las cada vez más frecuentes olas de calor, la sequía, las altas temperaturas y poca humedad, hacen que ese combustible esté muy seco y disponible para arder fácilmente. A ello se une el factor humano, con las negligencias e incluso la intencionalidad de algunos incendios, y factores locales como el viento y el relieve, haciendo que el incendio se propague con mayor velocidad y virulencia. La peligrosidad de este tipo de incendios forestales hace que no se pueda atacar en su frente de llama con medios terrestres, siendo además muy probable que los medios aéreos vean dificultado su trabajo por la escasa visibilidad o gran velocidad del viento, resultando finalmente que avancen descontrolados, arrasando gran cantidad de hectáreas, hasta que cambien las condiciones y aparezcan ventanas de oportunidad donde sea posible su ataque y control.
Lo cierto es que, como vimos el año pasado en toda la Península, cada vez se dan más incendios de quinta generación. Hay un aumento en el número de “grandes incendios forestales” (aquellos que superan las 500 hectáreas de terreno calcinado), muy dinámicos y devastadores, dándose además varios de ellos de manera simultánea, haciendo que se tengan que dispersar los medios de extinción y dificultando su trabajo.
Incluso se habla de incendios de sexta generación, cuando alteran la estabilidad atmosférica en la zona, volviéndose impredecibles, ya que las grandes columnas convectivas de humo generan pirocúmulos que pueden producir tormentas eléctricas provocando nuevos focos a gran distancia a vanguardia.
¿Este año no ha habido casi trabajo por las “inundaciones”? Efectivamente, como hemos comentado antes, esta primavera se ha presentado muy cálida y con pocas lluvias, agravando aún más la sequía. Si queremos verle un aspecto positivo es que no ha habido emergencias derivadas de las inundaciones, esas grandes crecidas, riadas, desbordamiento de ríos, o incluso gota fría, no se han dado este año. Aun así estábamos, y seguimos estando, preparados para ello, con los materiales a punto y el personal instruido, habiendo llevado a cabo como siempre las maniobras y ejercicios habituales en las zonas de mayor riesgo.
En el escudo de la UME, el agua y el fuego, pero además los terremotos, la nieve… ¿dónde ayuda la UME? ¿para qué misiones están preparados? Según la Ley 5/2005 de la Defensa Nacional, las Fuerzas Armadas, junto con las Instituciones del Estado y las Administraciones públicas, deben preservar la seguridad y bienestar de los ciudadanos en los supuestos de grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas. Esta es, textualmente, la misión que tiene asignada la UME, pudiendo intervenir tanto en el territorio nacional como en el exterior para hacer frente a cualquiera de las siguientes situaciones:
a) Las que tengan su origen en riesgos naturales, entre ellas inundaciones, avenidas, terremotos, deslizamientos de terreno, grandes nevadas y otros fenómenos meteorológicos adversos de gran magnitud.
b) Los incendios forestales.
c) Las derivadas de riesgos tecnológicos, y entre ellos el riesgo químico, el nuclear, el radiológico y el biológico.
d) Las que sean consecuencia de atentados terroristas o actos ilícitos y violentos, incluyendo aquéllos contra infraestructuras críticas, instalaciones peligrosas o con agentes nucleares, biológicos, radiológicos o químicos.
e) La contaminación del medio ambiente.
f) Cualquier otra que decida el Presidente del Gobierno.
En definitiva, debemos estar preparados para cualquier contingencia, no solo frente a emergencias de protección civil, sino también en apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como a otras Administraciones Públicas e incluso a empresas de servicios esenciales.
En el último seísmo de Turquía, las imágenes cuando salvan sus compañeros a una madre y sus dos hijos que llevaban 4 días bajo tierra a 12 metros, ¿son para la historia de la UME? Efectivamente, son imágenes para la historia de la UME, permanecerán imborrables en nuestras memorias, ya que detrás hay mucho trabajo y esfuerzo, y no hay nada más gratificante para la UME y para cualquier servicio de rescate, que poder salvar una vida. Como se vio en las imágenes, nuestro personal no pudo contener la emoción y rompieron en abrazos y lágrimas, tras rescatar a Leila, Elif y Muslin, aquella madre con sus dos hijos, que llevaban casi cien horas bajo los escombros, a los que estaremos unidos de por vida.
La UME ya había intervenido en grandes terremotos como los de Haití 2010, Lorca 2011, Nepal 2015, Melilla 2016, Ecuador 2016 o Méjico 2017, rescatando gran cantidad de cadáveres en todos ellos, y prestando apoyo y asistencia a los damnificados. Pero en esta ocasión, en Turquía, ha sido la primera vez que la UME rescata personas vivas tras un terremoto, en concreto a seis personas, siendo éste el gran hito de esta operación.
Otro hito importante ha sido que nuestro personal volviera sano y salvo, a pesar de los muchos riesgos existentes: las réplicas de los temblores, la inestabilidad de los edificios y escombros sobre los que trabajábamos, el intenso frío que calaba hasta los huesos… en definitiva podemos estar orgullosos del trabajo realizado y tener la satisfacción del deber cumplido. Tantos años de duro trabajo, de instrucción y de sacrificio bajo los escombros, han merecido la pena.
Mandar el Batallón de la UME con base en Morón de la Frontera ¿qué significa para usted?
No hay nada más gratificante para un militar que el mandar una Unidad, sea ésta de la entidad que sea, pues es ahí cuando se tiene la posibilidad de materializar nuestra vocación de servicio, liderando a un grupo de personas, instruyéndolas y cohesionándolas para afrontar con garantías el cumplimiento de la misión encomendada.
En el empleo de Teniente Coronel corresponde el mando de “batallón”, por lo que para mí mandar este Batallón es lo máximo a lo que podía aspirar, además al ser éste un Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM) de la UME tenemos el privilegio de poder servir directamente a la ciudadanía cuando más lo necesita, en la catástrofe. Me siento muy afortunado de poder ocupar este puesto, de gran responsabilidad y exigencia, sabiendo que tanto mis superiores como mis subordinados han depositado en mí su confianza, lo cual agradezco y afronto con gran entusiasmo e ilusión.
¿Los soldados de la UME tienen una pasta especial? ¿Gran vocación militar y de ayuda a los demás? Efectivamente la vocación militar, que no es otra cosa que vocación de ayuda a los demás, hace especial al soldado, pero no solo al de la UME, sino a todo militar, en general. Llevamos a gala nuestras virtudes militares: sacrificio, honor, compañerismo, lealtad, respeto, esfuerzo, ejemplo… son algunas de esas virtudes que ponemos en práctica y cultivamos día a día. Un militar es un héroe esperando su momento, el momento de arriesgar su vida por la patria, pero lo es en todos los sentidos y maneras, y, ante todo, en el corazón y en el alma.
Las vacantes en la UME son de libre designación, lo que significa que nuestros soldados son escogidos de entre los mejores de los tres ejércitos. Hacemos un importante esfuerzo en la selección del personal, llevando a cabo entrevistas, pruebas físicas, médicas y psicológicas, escogiendo tras todo ello a los más idóneos, con gran experiencia en los ejércitos y concienciados de la gran responsabilidad y grado de disponibilidad que adquieren al acceder a una Unidad como la UME.
Una vez en la UME continúa la formación del personal, teniendo además la oportunidad de llevar a cabo varias operaciones al año frente a emergencias reales. La experiencia se gana enfrentándose a esas adversidades, y en nuestro caso tenemos algo que nos anima siempre a ello, a querer intervenir en la catástrofe, que nos da fuerza en los peores momentos, que no nos deja tirar la toalla, y que por el contrario nos obliga a apretar los dientes y seguir hacia adelante sin protestar, orgullosos de poder ayudar a los demás… ese algo es la vocación de servicio.
Nuestra fortaleza radica en que “somos soldados”, y en definitiva, son los “valores militares” los que hacen que el Soldado de la UME sea capaz de afrontar cualquier reto, no reconociendo, como reza nuestro ideario, ningún obstáculo como insuperable.
La UME se crea en el año 2005, es una unidad consolidada, muy conocida y querida por todos los españoles, ¿los más jóvenes del ejército español pero los más conocidos? Efectivamente es la Unidad más joven de las Fuerzas Armadas españolas, este año cumplimos 18 años, lo cual contrasta con las Unidades centenarias de nuestros ejércitos, contando todas ellas con una gloriosa historia y tradiciones, algunas son incluso las más antiguas del mundo, como los Regimientos de Infantería Inmemorial del Rey nº 1 (data de 1248) y Soria nº 9 (de 1509), o nuestra Infantería de Marina (de 1537).
La UME es muy conocida por la visibilidad que tienen sus intervenciones, ya que lleva a cabo sus operaciones entre la población civil, en apoyo a ella en momentos de necesidad, cuando todos los focos de atención están puestos en la zona de la emergencia, donde la situación suele ser caótica. Sin embargo, compartimos los mismos valores que el resto de nuestras Fuerzas Armadas, los ejércitos llevan a cabo el mismo duro trabajo de preparación para hacer frente a las peores situaciones que uno se pueda imaginar, pero sus operaciones suelen ser lejos del territorio nacional, con menor visibilidad, pero con el mismo sacrificio y abnegación, demandando siempre acudir a los puestos de mayor riesgo y fatiga, no dudando en dar la vida por los demás, si ello fuera necesario.
Como he comentado, este año la UME alcanzará su mayoría de edad, 18 años ya, y como cualquier joven de esa edad, nuestra Unidad destaca por su ilusión, orgullo y desparpajo, y a su vez, por su generosidad en los sacrificios que hayan de realizarse al servicio de España y de la sociedad. Nuestra historia es corta, pero poco a poco estamos forjando nuestro legado, basado en el trabajo, el coraje y la abnegación.
¿Además del apellido, “Gallego” algún vínculo o destino en Galicia? Soy andaluz, de Ronda (Málaga), pero mi apellido me delata, tanto por parte paterna como materna tengo algún antepasado gallego. Con ese espíritu aventurero que siempre ha caracterizado a los gallegos creo que no habrá nadie en el mundo que no tenga un antepasado gallego.
En mi caso además estuve destinado en Galicia, en Pontevedra, en la Brigada Aerotransportable (BRILAT) durante algo más de dos años. Fueron unos años inolvidables, nos alquilamos un piso frente al río Lérez, con unas vistas inmejorables, muy cerquita del casco histórico, del mercado municipal y de la Iglesia de la Virgen Peregrina, de la cual nos hicimos muy devotos.
Llegamos mi mujer y yo en el año 2014 y nos volvimos en el 2017 con un miembro más en la familia. En 2015 nació allí mi hijo mayor, en el Hospital Provincial y dio sus primeros pasos entre la plaza de la Verdura y la de la Leña. Nos encantaba pasear por la calle Benito Corbal, por los soportales, por la plaza de la Herrería y por la Alameda. Echamos mucho de menos la comida de allí, los furanchos, la alegría de su gente y el verdor de sus campos. Hicimos dos veces el camino de Santiago, como todo el que lo haya hecho sabe, eso es una experiencia indescriptible.
¿Con qué rincón o lugar de Galicia se queda? Creo que Galicia entera es especial, desde La Guardia a Ribadeo, con su gran diversidad de paisajes y de gentes. Tiene rincones mágicos como las Islas Cíes, Baiona, la Isla de Arosa o la de la Toja, Boiro, Finisterre o Muxía. La asombrosa Plaza de María Pita en La Coruña, o la Catedral de Santiago, que te deja sin aliento de emoción, tras caminar por Sarria, Puertomarín o Palas de Rey.
Por cercanía a Pontevedra nos movíamos más por las rías bajas, nos encantaba subir en barco y ver las bateas, así como bañarnos en las playas de Bueu, Sanxenxo y la Lanzada. Pero si me tengo que quedar con un lugar especial escojo Combarro, pasear por sus calles, o sentarse a tomar algo con esas fantásticas vistas a la ría es algo incomparable.
Unas palabras para los lectores de Anduriña… Todos tenemos algo de Galicia dentro, cuando uno pasa por allí se siente indudablemente unido a aquella tierra. En mi caso, al tener un hijo gallego he materializado esos lazos de unión con la tierra de mis antepasados. Por ello, me uno a ustedes en el amor desde la distancia a esa mágica región que es Galicia, tan rica y diversa, de la que solo tengo buenos recuerdos.
Desde mi posición como jefe del Segundo Batallón de la UME me veo en la obligación de recordar que, para poder disfrutar de esa preciosa tierra, de sus playas y de sus montes, debemos extremar las precauciones para minimizar los efectos de los incendios forestales.
Llegado el momento no duden de que toda la UME en bloque, estará dispuesta y preparada para acudir en la ayuda de Galicia y de sus bosques. Somos conscientes de que nuestro lugar está junto al necesitado, prestándole nuestro apoyo y poniendo nuestras capacidades, nuestros conocimientos y todos nuestros sentidos al servicio de la sociedad. En momentos de incertidumbre y sufrimiento derivados de la emergencia, recuerden que aún les quedará la UME. Ahí nos tendrán, serenos, disciplinados y entregados, contando además con nuestra patrona, la Virgen del Rosario, que nos protegerá y nos dará fuerzas para no desfallecer en nuestro cometido… para SERVIR.