Enrique Sánchez, Cocinero y Presentador de Televisión

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Enrique Sánchez es, por su carisma y simpatía, el chef de moda en Andalucía. Su cocina sana y saludable y ese desparpajo natural a la hora de cocinar y trasladarnos sus recetas lo ha convertido en todo un referente.
Mucho ha llovido desde que aquel joven, 25 años atrás, empezara su trayectoria en la Escuela de Hostelería Taberna del Alabardero en Sevilla, marchara después a EEUU a formarse con los mejores y regresara para continuar creciendo. De aquel aprendiz queda la ilusión y la pasión por su trabajo y esa chispa que le envuelve. Por caprichos del destino llegó a la televisión, donde lleva ya 11 años y más de 2.500 programas en Cómetelo de Canal Sur, donde cada día aprendemos de sus recetas, donde fomenta siempre el consumo de productos andaluces por su calidad y propiedades,
siempre con la vista puesta en hacer una cocina saludable. Más tarde haría también La Báscula y hasta se atrevería con las campanadas de fin de año. 25 años de experiencia en los fogones, más de una década ante las cámaras y con 6 libros de recetas a sus espaldas, este joven cocinero todoterreno nos ha conquistado a todos.
Desde la primavera del 2020 que iniciamos nuestro Taller de Cocina, Enrique ha sido uno de nuestros referentes y gran
maestro. Gracias Enrique por tus consejos y tu cariño siempre.

“Esta pandemia es la única responsable que no haya estado ya en Lar Gallego de Sevilla disfrutando de buena cocina y mejor compañía”

“Cuanto más aprendes, más consciente eres de lo que aún te falta por aprender”

Su formación comienza desde muy joven, incluso marchó a EEUU, donde llegó a ser elegido uno de los mejores chefs hispanos del país. Háblenos de esta experiencia. Soy de los que piensa que cuanto más aprendes sobre cualquier materia, más consciente eres de lo que aún te falta por aprender. Y por esa razón, al terminar mi formación en la Escuela de Hostelería decidí seguir aprendiendo allá donde me llevara el destino. Al final terminé trabajando en EE.UU., República Dominicana, México, Italia, Portugal, Europa del Este… Esto me hizo abrir la mente, conocer otros idiomas y poder disfrutar de otras culturas gastronómicas. Pero, sobre todo, me hizo valorar mucho más lo nuestro. Como dice esa famosa frase: “para ser global, primero hay que ser local”

Pero… ¿de dónde le viene su pasión? ¿Cuál es su lema? Mi pasión por la cocina surge desde la infancia, cocinando con mis padres siempre que podía. Me encantaba llegar al fin de semana y poder hacer las compras y cocinar con mis padres en casa. Eso me ha hecho relacionar, aún hoy, la cocina con aspectos emocionales. Siempre cocino pensando que serán mis padres quienes prueben el plato que estoy haciendo. Eso me hace dedicarle siempre todo el cariño. Hace años mi admirado Santi Santamaría me dijo una frase que llevo siempre presente: “No hay que cocinar sólo para alimentar… hay que cocinar para emocionar”.

Le vemos un enamorado de los fogones, pero a la vez la cámara también le quiere a usted. Si tuviera que elegir, díganos, ¿con cuál de estas dos facetas profesionales se quedaría? ¿A quién quieres más: a mamá o a papá? Las dos facetas me apasionan. Y en mi caso, tengo la enorme suerte de poder compaginarlas a diario. Soy una persona muy afortunada porque hago realmente lo que me hace feliz. Cocinar y comunicar son mis grandes pasiones profesionales.

Sabemos cómo reivindica los productos y gastronomía andaluza, pero… ¿cómo valora la cocina gallega? ¿Cree que ambas guardan similitudes? Honestamente creo que la cocina, dentro de España, cada vez tiene menos fronteras. ¿Por qué no poder disfrutar de una buena empanada, pulpo o lacón con grelos en el sur? ¿Y quién dijo que no te puedes
comer un buen arroz o pescado frito en el norte? Es cierto que la despensa y clima de cada lugar son genuinos y contribuyen y condicionan a la gastronomía del entorno, pero los transportes ya nos permiten que productos frescos recorran el país en unas horas. Desde mi humilde opinión, gastronomía gallega y andaluza apuestan por la despensa, el respeto al producto y a la tradición de su recetario. Son cocinas que han sabido evolucionar sin perder nunca de vista de dónde vienen. Como diría mi abuela:
“Allí y aquí se come muy bien”

Una curiosidad, cuando va a un restaurante… ¿qué busca? ¿Consigue desconectar o más bien está ojo avizor para no perderse nada? Para nada. Tengo la virtud de desconectar y disfrutar del momento. Salvo hecatombe, soy un cliente “fácil”. Entiendo que cada cocina tiene su espacio y su momento, por lo que me adapto a las circunstancias. Lo que más valoro en un restaurante es la honestidad profesional. Que sea sincero con lo que ofrece y que traten de darle el mayor cariño a esa oferta gastronómica. Que cuando salga por la puerta haya sido feliz. Tan sencillo como eso.

Vivimos tiempos muy complicados por la situación de alerta sanitaria que a la hostelería, entre otros sectores, ha golpeado con fuerza. ¿Cree que en tiempos de crisis la creatividad supera a la formación? ¿Qué podría aportar al
sector?
Personalmente creo que la creatividad, sobre una base sólida de formación, siempre será más efectiva. Decía Albert Einstein: “Cuando la inspiración llegue, que me encuentre trabajando”. El ser humano, a lo largo de la historia, ha demostrado que es capaz de lo mejor y de lo peor. Pero en los momentos de crisis, como los que nos están tocando vivir, surgen las ideas, las iniciativas y el atrevimiento por hacer algo diferente. Son unos tiempos para estar unidos, para empatizar con el prójimo, para tender manos de apoyo, para ser más gremio que nunca. Porque de los pozos se sale trabajando en equipo. Es hora de apostar por el nosotros y no por el yo.

En el Lar también nos tuvimos que reinventar. Conoce nuestro Taller de Cocina online, donde sin usted saberlo se ha convertido en nuestro referente. Tratamos de seguir sus pasos y hacer recetas sanas y saludables que siempre, pero más aún en estos tiempos, son tan necesarias. ¿Qué consejos nos daría? No soy persona de dar consejos. Prefiero aprender, escuchar, pensar y transmitir lo que aprendo y que cada cual se forje su camino. Más que consejos prefiero proponer valores que, en vuestro caso, sé que están presentes: ilusión, honestidad, sencillez, perseverancia, amor por lo que hacéis y pasión en lo que afrontáis.

¿Conoce nuestro restaurante del Lar Gallego de Sevilla? Cuando esta pandemia nos de un respiro esperamos que pase una jornada con nosotros degustando nuestros platos típicos gallegos y por supuesto con un buen albariño.
Pues esta pandemia es la única responsable que no haya estado ya en Lar Gallego de Sevilla disfrutando de buena cocina y mejor compañía. Por lo que es sólo cuestión de tiempo que pueda visitar esta embajada gastronómica gallega en Sevilla.

Como ya sabe, José Manuel Gil lidera este Taller, ¿qué platos le propone para continuar su línea? Pues a mi buen compañero José Manuel, hoy le voy a proponer un postre sin fronteras. La razón es bien sencilla. Es un postre que
le encanta a mis hijos y me hace ilusión compartirlo con toda la gran familia de Lar Gallego. Se trata de una Tatín de Plátano. Espero que os guste.

¿Unas palabras para nuestros socios? Palabras de agradecimiento y admiración. En los años que estuve viviendo fuera de España me di cuenta lo importante que es, estés donde estés, sentir siempre que tienes tu tierra cerca. Es una brújula que te hace ser mucho más consciente de quién eres y porqué estás allí. Y en el Lar gallego siento y veo esa misma esencia. Todo aquel que luche y de un paso al frente para mantener viva y preservar la cultura que nos ha hecho ser quienes somos… tendrá mi mayor respeto y cariño. “Somos porque fueron, serán porque somos”.