Guillermo Budiño Cajaraville, Presidente del Consejo Regulador de la Denominación Específica Pataca de Galicia

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A mediados del siglo XVI ya hay referencias escritas de la existencia de la pataca en Galicia. Habían sido sembradas en la huerta del Monasterio de Recoletos de Herbón y así se recoge en las memorias del Arzobispado de Santiago, del Cardenal Jerónimo de Hoyo… «hizo plantar patatas el Sr. Arzobispo D. Francisco Blanco (1574-1581); dieronse muchas pero muy bastardas».
Mucho ha llovido y ahora cinco siglos la pataca de Galicia cuenta con Indicación Geográfica Protegida. Su buqué es de categoría: su textura es firme al tacto y cremosa al ser cocida, consistente en la boca, su forma redonda a oval, carne blanca, piel lisa y fina y su color amarillo claro. De calidad culinaria excelente, destaca por su contenido en materia seca y por que mantiene sus cualidades de color, aroma y sabor después de ser cocinadas.
Crece en zonas muy lluviosas y temperaturas suave, su desarrollo es óptimo y no necesita riega. En verano falta las precipitaciones y hace que estos tubérculos pierdan agua, antes de ser cultvados y así maduran muy bien. Se forma una piel uniforme que es resistente, más la falta de agua, ayuda a que se conserve mejor y aumenta su calidad. Se cultiva en terrenos francos y arenosos, salen limpia de la tierra y no necesitan ser lavadas. La enfermedad de la sarna oroña por su ph débilmente ácido, no le afecta, ni le ataca.
La superficie agrícola dedicada al cultivo se sitúa cada año entre 1.500 a 1.800 ha. El área de producción y envasado de la pataca gallega amparado por la Indicación Geográfica Protegida abarca unos 40 concellos en cuatro subzonas de Galicia: Bergantiños, Terra Chá-A Mariña, Lemos y Limios. Son muy conocidas y reconocidas, el que la prueba, repite: ¡A la rica pataca gallega!

¿Cómo es la pataca de Galicia? ¿En qué se diferencia de la catellana o andaluza? Las características particulares y de calidad de las patatas de consumo amparadas por la indicación geográfica protegida Patata de Galicia deben ser las siguientes: sanas, enteras, con el aspecto varietal característico, limpias, firmes, sin manchas ni heridas, sin sarna ni piel agrietada, sin manchas internas de hierro, sin enverdecimiento, sin podredumbre, sin germinar y exentas de humedad exterior, así como de olores y sabores extraños. Al finalizar el envasado, las patatas presentarán, además, otras características de forma, calibre mínimo de 35 mm, presencia de ojos muy superficiales, aspecto de la piel, color de la carne y su contenido en materia grasa y en azúcares reductores.

¿Con qué combina bien? Las condiciones de la patata de Galicia, hacen que sean aptas para todo tipo de preparación, guisada, cocidas, fritas en chips, al vapor etc. Y sobre todo son las ideales para preparar los famosos CACHELOS”, patata cocida con o sin piel.

A qué lugares llega y a quienes prefieren esta patata? La patata de Galicia, se puede encontrar en todo los mercados de España, en grandes superficies y en pequeñas tiendas de frutas. Lo que si hay que tener en cuenta es que la Pataca de Galicia no está todo el año en el mercado, puesto que es un producto estacional, generalmente se puede encontrar en los lineales de los mercados de septiembre a abril.