“Siempre he dicho que si no viviera en Sevilla viviría en Galicia”.
“El gallego es auténtico, es de verdad y cuando se da lo hace para siempre”.
Visita con frecuencia Galicia para participar en uno de los programas decanos de la Televisión gallega, ¿cómo es la experiencia?
Yo voy a Galicia desde hace 30 años y actúo mucho allí y siempre he dicho que si no viviera en Sevilla viviría en Galicia, porque los sitios son su gente y los gallegos me encantan. Porque sencillamente son buenas personas, van de frente, los gallegos se dan y se dan para siempre y porque creo que hay mucha similitud con nuestra tierra. Gallegos y andaluces hemos sido emigrantes que nos hemos visto obligados a dejar nuestra tierra y estas cosas comunes unen mucho.
María, acaba de ser reconocida con la Medalla de Oro de Sevilla, ¿cómo la ha recibido?
Yo la he recibido con el alma, con eso que no se muere nunca, porque este día no se me va a olvidar. Que yo quiero a Sevilla ya lo sé, pero tener la muestra de que mi tierra me quiere a mí… ¿qué más puedo pedir?
Díganos su rincón gallego favorito
Ufff!! ¡tengo muchos! A mí Santiago me enamora, pasear por la Rúa do Franco desde la Plaza del Obradoiro es algo obligatorio para mí. Me da serenidad, paz,… me empapo de su magia. Baiona es un cuento de los que te dejan dormir. Para mí estar en Galicia es estar en casa.
Ha terminado la Feria de Abril, como buena ferianta, ¿se come bien en las casetas?
Las comidas de las casetas depende de todo, también de las exigencias de cada uno, en cualquier caso es algo secundario, lo importante es estar con los amigos y disfrutar y… ¡además en la feria siempre hay buen jamón que eso no lo quitan ni los médicos!
Y de la cocina gallega ¿con qué se queda?
¡Uy madre de Dios! De la cocina gallega me gusta todo, es sencillamente de lujo porque hay una excelente materia prima, su carne, su verdura,… ¡del marisco para qué vamos a hablar! Qué me gusta ir al mercado, comprar mi marisco y que me lo preparen allí mismo. Disfruto muchísimo con esto. Los mejillones me vuelven loca y las zamburiñas también.
¿Qué nos diría si quisiéramos invitarla a una buena cena gallega en el Lar?
Que voy con vosotros aunque no me invitéis a comer ¡Esperamos a la época del mejillón!! jajajajaja.
¿Cree que las sevillanas siempre están de moda?
A ver, de moda… de moda siempre… no. Creo que las sevillanas tienen su sitio, no hay que pedirles más, ni tampoco quitarle su importancia. Tienen su razón de ser y su identidad, ¿qué tiene más razón de ser que el pueblo? Debemos luchar por ello.
María, más de 30 años cantando sevillanas es parte de una vida… ¿con cuál se queda?
Llevo cantando sevillanas desde que empecé a hablar… Más de 30 años de manera profesional. No podría escoger un tema, sería una osadía por mi parte. Yo soy muy afortunada, todos los temas que he cantado han sido especiales para mí, canciones que he ido escogiendo una a una, así que es imposible quedarme sólo con una. Quizás mi grito de raíz es “Yo soy del sur”.
¿Las sevillanas enamoran? ¿por qué?
Sin lugar a dudas, de hecho se describe el baile por sevillanas como una verdadera conquista. Me explico, en la 1º roneas un poquito; en la 2º ya dejas que te coja por la cintura, te miras de frente; en la 3º das una de cal y otra de arena y en la 4º dices “aquí estoy yo” y nos esquivas nada, das la cara.
La faceta de presentadora de televisión también es muy conocida en el público. Ahora está en Canal Sur con un programa de sevillanas que tiene bastante audiencia ¿cómo es esta experiencia?
Cuando comienzas un proyecto y lo lanzas siempre tienes la ilusión, eso nunca se pierde, pero si además la gente te acompaña y disfruta eso se traduce en éxito. Tuvimos un caso de una señora que se le habían muerto 4 hijos y hacia 4 años que no salía a la calle y no se reía y ha salido a la calle sólo para venir como público a nuestro programa ¡y se hartó de reír! sólo por eso ya merece la pena. Para mí, sin duda, lo más satisfactorio es lo que le aportamos a estas personas.
Anduriña es la Revista de la Casa de Galicia en Sevilla que se distribuye por todo el mundo y principalmente por Galicia y Sevilla, más de 400 familias gallegas forman esta Institución, ¿qué les diría?
Lo único que les diría es que me encantaría que se sintieran como yo cuando voy a Galicia, es decir, en casa. Eso es lo más importante. El gallego es auténtico, es de verdad y cuando se da lo hace para siempre. Yo, por ejemplo, voy a Galicia y canto en gallego y me siento encantada con ellos. Lo sorprendente es que cuando paseo por sus calles y la gente se dirige a mí como si lo hiciera por cualquier calle de Sevilla. El cariño no tiene localizaciones, ¡para el cariño no hay GPS!