¿Qué ha significado para la Diputación de Pontevedra que este año el Lar Gallego haya dedicado su caseta a esta provincia?
R.- Una posibilidad de proyectar y promocionar las Rías Baixas y, en general, los atractivos y los recursos de nuestra provincia en una comunidad como Andalucía de la que, cada año, recibimos más visitantes. Supuso también un motivo de gran satisfacción en cuanto la asociación Lar Gallego tuvo la deferencia de acordarse de nuestra provincia.
¿Qué importancia tienen para usted las casas regionales?
R.- Muchísima y por varias razones. Contribuyen a mantener, reforzar y promocionar la cultura, la riqueza y los signos de identidad de nuestra tierra. Son un elemento imprescindible para la sociabilidad y la cohesión de los gallegos en el exterior. Y son también, como ha sido este caso, un escaparate de lo mejor de Galicia.
¿Cuál es su opinión sobre la actividad que desarrolla el Lar Gallego en Sevilla?
R.- Tuve la ocasión y el honor de visitarlo varias veces. Y yo creo que es una auténtica embajada de Galicia en la capital de Andalucía. Tenga usted en cuenta que Galicia tiene 413 centros gallegos repartidos en 37 países del mundo y eso es una presencia muy superior a la que le correspondería por su potencial económico, demográfico o territorial. Superior incluso al número de embajadas que tiene España. El Lar Gallego de Sevilla es un ejemplo de todo eso. Es un espacio de convivencia, de intercambio cultural, de encuentro empresarial, de promoción turística, de reflexión política e, incluso, de acuerdos económicos, laborales o empresariales. Y esto supone un potencial que será decisivo para el futuro de Galicia.
¿Conoce las fiestas, costumbres y tradiciones? ¿Qué diferencias y similitudes encuentran entre norte y sur?
R.- Conozco, aprecio y valoro mucho Andalucía y su cultura. Y creo que si España maravilla a todos los que la visitan es porque en pocos países se puede encontrar un crisol de diversidades, dentro de una unidad, tan grande y rico como el que se puede hallar en nuestro país. Desde lenguas y culturas distintas, hasta ritos, fiestas y costumbres diferentes, pasando por paisajes antagónicos o formas de ser muy diferenciadas. Eso es lo que hace de España un país atractivo, rico, complejo, dinámico, plural y con una tolerancia que se asienta en la historia pues aquí convivieron, largo tiempo, cristianos, moros y judíos y conviven ahora pueblos diferentes y con herencias históricas muy distintas. En general, el norte es más y grave, y el sur más individual y luminoso. Pero nuestra riqueza y nuestra fuerza es la unidad, lo que no quiere decir uniformidad.
Lleva ya casi una década al frente de la Diputación de Pontevedra, ¿Cómo ha cambiado su provincia en este tiempo?
R.- Eso deben valorarlo los demás. Yo sí le puedo decir que Pontevedra es la provincia más rica, más dinámica, más poblada y con el mayor PIB de Galicia. Y que la Diputación es un motor fundamental de ella. Nuestras acciones, aparte de las que la Constitución encarga a las diputaciones, se orientan a mejorar su competitividad para crear empleo y riqueza que permitan mantener a nuestra provincia en esta posición y que posibiliten los niveles de calidad de vida de la que hoy goza. A modo de ejemplo, puedo decirle que llevamos Internet a cada rincón provincial, cooperamos intensamente en obras y servicios con los ayuntamientos, creamos un Plan de Empleo, construimos 72 campos de fútbol de hierba sintética, somos una provincia de referencia en el deporte, mil agrupaciones forman parte de nuestro Plan Cultural, constituimos consorcios para ahorrar costes y mejorar servicios, atendemos a personas y colectivos desfavorecidos, mantenemos uno de los mejores Museos de España, promocionamos la provincia con nuestro organismo Turismo Rías Baixas, potenciamos sectores clave como el vino, la conserva, el marisqueo o el turismo y captamos cerca de cien millones de euros en fondos europeos para desarrollar proyectos vitales….
¿Qué le diría a los lectores de Anduriña?
R.- En primer lugar, darles las gracias a todos por la extraordinaria labor que la revista y el Lar Gallego hacen en pro de Galicia, de las Rías Baixas y de Pontevedra, en particular. En segundo lugar, manifestarles mi apoyo y mi ánimo para continuar en esa línea. Y finalmente, enviarles un mensaje de esperanza en estos tiempos tan difíciles en los que hay que afrontar una situación extrema de España. Los gallegos somos serios, somos trabajadores y somos sensatos, y ese es el mejor aval para sacar a España de este agujero en el que otros la han metido. No tengo ni la más mínima duda de que lo conseguiremos, a pesar de los pesares y de todos los sacrificios que todos tenemos que afrontar. Un fuerte abrazo y mi más profunda solidaridad para con todos vosotros.