El sábado 21 de enero de 2012, nos reunimos un numeroso grupo de amigos de Félix González para acompañarle en su merecido homenaje: “ANDURIÑA DE PLATA e INSIGNIA DE ORO” de la sociedad.
Creo que ese día fue uno de los que más disfrutó, viéndose entre su familia, sus numerosos amigos del Lar e invitados. El Lar Gallego que tanto ha significado en su vida y al que tanto cariño le tenía se llenó de comensales en el almuerzo que en su honor.
Félix y yo memoramos nuestras andanzas desde que nos conocimos en los años 1.960, nuestra coincidencia por el trabajo en Astilleros El Cano, nuestros desplazamientos a las playas de Mazagón y Punta Umbría durmiendo en tiendas de campaña. Recordamos nuestra tertulia gastronómica, “LA ESTAMEÑA”. Nuestro proyecto de construir un club social, buscando numerosos enclaves; La gravera de Alcalá de Guadaira, el higueral de Bormujos, el encinar de Castiblanco, fueron candidatos a nuestro ilusionado proyecto que por cierto solo fue una ilusión.
Lo que sí es verdad que la Estameña funcionó muy bien para lo que fue creada: Castiblanco de los Arroyos, Gerena, Salteras y por último, tu casa en Matalascañas fueron testigos de lo que hemos disfrutado con nuestros banquetes, aunque algunos de sus socios son ya solo recuerdos: Benjamín Fernández y Señora, Eulogio Silva y Albino.
También hablamos del Lar Gallego en el merecido homenaje que le ofrecíamos este día: Recordamos momentos con muchas dificultades y cómo siempre estuviste dispuesto a colaborar económicamente cuando lo requería la situación animando a los demás asociados a que se comprometieran con nuestra sociedad.
El Coro del Lar Gallego era tu máxima ilusión, siempre estabas pendiente de sus actuaciones, incluso en los ensayos: hoy lo han hecho regular, hoy lo han hecho mal y lo han hecho bien, esos eran siempre tus comentarios, y los componentes del Coro te quieren mucho y te lo agradecen.
Ahora quiero referirme nuestra amistad. Desde siempre los lazos de amistad y respeto hacia la familia de Benjamín Fernández, tu suegro fueron bien conocidos, pero tú has sido para mí algo especial; me daba siempre la impresión de que estabas deseando que te pidiera algo para estar ahí , ¿Cuántas veces me diste las gracias por ser tu amigo? . No creía yo que este referencia tendría que incluir tu adiós definitivo.
Quiero despedirme de ti recordando las emocionadas palabras que te dedicó el anciano evangélico don José Fernández Díaz en la ceremonia de despedida en tu funeral. Félix siempre ha estado dispuesto a ayudar a su Iglesia, a sus miembros y a sus amigos. Gran amigo y querido por todos.
¡Que iluso yo cuando creia que disfrutabas con hacerme a mi esas atenciones y es que esa era tu condición!.
DESCANSA EN PAZ AMIGO MIO.